Otra vez las agencias de ‘rating’

Otra vez las agencias de ‘rating’

econo79Xavier Caño Tamayo*. LQSomos. Enero 2016

El Ayuntamiento de Madrid no se endeudará más y por eso no ha renovado los contratos con las agencias de calificación de solvencia crediticia Standard & Poor’s y Fitch. Sabia decisión. Por otra parte, en pleno conflicto político entre los gobiernos de Cataluña y España, la agencia de calificación Moody’s rebaja la solvencia financiera del gobierno catalán de estable a negativa. Por segunda vez en pocos meses. La primera, tras conocerse los resultados de las pasadas elecciones catalanas que dieron mayoría parlamentaria, aunque no en votos, a los grupos independentistas. Calificaciones que huelen a motivos políticos. Y como las calificaciones de esas agencias parecen ser requisito para vender bonos de deuda, por ejemplo, toca repasar qué son en verdad y, sobre todo, en qué se han convertido.

Vaya por delante que la calificación de solvencia crediticia es un oligopolio formado por tres agencias: Standard and Poor’s, Moody’s y Fitch que cubren el 90% del sector. Las agencias de calificación de solvencia o de rating, publican listas con notas de mayor o menor solvencia de países, bancos y empresas, que son sus clientes y pretenden vender bonos de deuda para financiarse. La calificación indica, en teoría, si los clientes de esas agencias podrán pagar o no sus deudas.

La calificación de solvencia debiera ser fruto de rigurosos estudios, pero desde 2008 hay graves sospechas de no ser así y sobre la integridad y fiabilidad de esas agencias. Por cierto, ni una siquiera olió la crisis que venía. Como para confiar. Además de graves errores anteriores. ¿Errores? Al gigante energético Enron de Estados Unidos le dieron buena nota de solvencia cuatro días antes de que la empresa se declarara en bancarrota. También el gigante financiero Lehman Brothers obtuvo buena calificación… el mismo día que se hundía.

La Comisión Europea les exigió que actuaran con rigor y responsabilidad. Y el FMI acusó a Fitch, Moody’s y Standard & Poor’s de contribuir a la inestabilidad financiera con sus abusos. Incluso el órgano supervisor de la bolsa de Estados Unidos, la Comisión del Mercado de Valores (SEC), estudió demandarlas. También son consideradas poco fiables por el Parlamento Europeo y el G-20. Y el Congreso de Estados Unidos las señaló directamente como culpables de la crisis. ¿Exageración?

Esas agencias calificaron muy solventes títulos de deuda que incluían hipotecas-basura, basura por incobrables. La alta calificación que las agencias dieron a esos títulos provocó que se vendieran como rosquillas. Pero pronto se supo que muchos bancos caerían en bancarrota pues poseían muchos títulos contaminados… que no valían nada. Los balances se fueron al garete y estalló la crisis.

¿Por qué no son fiables las agencias de rating? El economista García Montalvo explica que “si una agencia califica unos activos financieros y esa calificación no agrada a la empresa que los pone a la venta, puede decidir no pagar o irse, así que a la agencia le interesa dar la mejor calificación”. Y William J. Harrington, vicepresidente de Moody’s durante años, se fue de esa agencia y reveló algunas prácticas muy dudosas. En un informe de 78 páginas enviado a la SEC, Harrington explicó que Moody’s incentivaba a los analistas responsables de las calificaciones de solvencia para que fueran altas y los clientes no se fueran a otras agencias. Ni honrado ni fiable. Pero hay más. Moody’s calificó la solvencia de la multinacional alemana de seguros Hannover Rück, que no era cliente suya ni había solicitado calificación alguna, y le envió una carta pidiendo que pagaran sus calificaciones. Hannover se negó y Moody’s le rebajó la solvencia durante años, sin dejar de pedirle, carta tras carta, que pagara sus servicios… nunca solicitados. Moody’s llegó a rebajar la solvencia de Hannover Rüsk a bono basura y esa empresa perdió 175 millones de dólares. Cuando se amenaza y se pretende obligar a alguien a actuar de modo concreto en beneficio de quien amenaza, se comete un delito de extorsión. ¿Ocurrió eso entre Moody’s y Hannover Rück?

Otra vuelta de tuerca. Las agencias de rating, base del vigente sistema neoliberal de deuda, estrechamente ligado a la austeridad presupuestaria que sufrimos todos, no son fiables. Nada. ¿Para qué esas agencias? Toca suprimirlas y sustituirlas por entidades profesionales honradas, fiables y rigurosas. Que no sean negocio sino servicio. ¿Ingenuo? Quizás. Pero ceder, no resistir es el desastre.

* Periodista y escritor, @xcanotamayo. (CCS)

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