Poeta boricua en Marruecos: Víctor Hernández Cruz

Poeta boricua en Marruecos: Víctor Hernández Cruz

Francisco Cabanillas*. LQSomos. Julio 2017

Aquí estamos en el mes de Ramadán; yo estoy en
ayunas con la familia, claro, yo no tengo religión. Soy secular, pero
Heinrich Heine, el poeta judío/alemán, dijo: “si no tienes arte, entonces
mejor que tengas religión,.” Algo así; pues yo escribo que, según Fatima
Marnissi: “escribir es una antigua manera de rezar.”
Bueno, la creación es suficiente misterio para mí.
VHC (2017)

No conozco a ningún poeta de la generación nuyorican -aquellos jóvenes puertorriqueños que, en la segunda mitad de 1960, se tiraron a las calles del Spanish Harlem, el Bronx, el Lower East Side, a forjar una música-política-poesía-teatro que los pusiera en el mapa de la identidad y el idioma que forjaban: ¡nuyorican!; no conozco a ninguno tan trashumante como Víctor Hernández Cruz (1949), autor de uno de los primeros poemarios, Snaps (1969), sobre el que el poeta beat, Allen Ginsberg, dijo: “poesy news from space anxiety / police age inner city” / “poesía noticias de ansiedad espacial / época policial citadina.”

A vuelo de pájaro; itinerario. De la montaña en Puerto Rico al Loisiada de Nueva York (1954), durante el gran éxodo de 1940-50 que llena la ciudad del norte de boricuas desplazados por la industrialización isleña. Abandona la ciudad de los rascacielos y se instala en Berkeley, California (1968), de donde se muda a San Francisco (1973). Hasta 1975, viaja como trovador por el país. Regresa a la montaña en Puerto Rico (1989). Durante quince años (2000-15), va y viene entre Puerto Rico y Marruecos, donde empieza una familia; España, de Madrid a Algeciras, se suma a sus geografías poéticas. Se instala en Marruecos (2014). La muerte de Juan Goytisolo (junio de 2017) lo sorprende en medio de la lectura de una de sus novelas: Makbara (1980).

Poemarios: Papo Got His Gun (1966); Doing Poetry, Other Ways (1968); Snaps (1969); Mainland (1973); Tropicalization (1976); The Low Writings (1980); By Lyngual Wholes (1982); Rhythm, Content & Flavor (1989); Red Beans (1991); Panoramas (1997); Maraca (2001); The Mountain in the Sea (2006); In the Shadow of Al-Andalus (2011); Beneath the Spanish (2017).

to leave the shapes you got the same i can- /
not do that to crush & to twist them i will /
dejar las formas que tienes igual no
puedo hacer eso a aplastarlas y a torcerlas voy
Snaps

I

Francisco: ¿No creo que haya muchos puertorriqueños donde vives en Salé, Marruecos ?

Víctor: Tengo una amiga boricua que era profesora de español de mi esposa Amina en el Centro Cervantes de Rabat, la capital de Marruecos; ella es de Mayagüez y es la única persona boricua que conozco en este Marruecos donde ya entrando y saliendo llevo más de veinte años.

Francisco: ¿Cómo se mueve un poeta de la diáspora nuyorican, “trashumante peregrino,” como diría Luis Palés Matos, en el espacio de una cultura lejana-cercana a la boricua como la marroquí?

Víctor: Bueno yo estoy aquí por razones prácticas. En la isla [Puerto Rico] mi padre y mi madre ya han muerto, los enterré, solo tengo primos allá y un tío que no veía mucho. No puedo vivir en Nueva York, ciudad de mi crianza; es muy caro el costo de vida allí. Me cansé de vivir en la isla, que es un ‘crime scene’ /escena de crímenes.” El Jones Act [ley colonial de 1917] controla los barcos que entran a la isla con casi todos los productos comerciales que maneja la economía, el costo es elevado y ese costo se lo pasan a los residentes de la isla; los vegetales y las frutas son importados de California, no son frescos ni buenos. Yo llevo con Amina [esposa] más de dos décadas… Marruecos es un país agrícola, se cuidan ellos mismos, también con la pesca y los animales… Y en Marruecos no hay armas de fuego en la calle. Sí hay crimen, sí hay pillos, sacan cuchillos, pero no es el terror de la isla y de los países latinos.

Americanos, como en Honduras, El Salvador, Guatemala, México… Estamos envenenados por la influencia Norteamericana, eso de gangas [pandillas], ¿de donde viene?

Yo soy persona realista, no sufro de ideales ni dogmas, pues me vine a vivir con mi familia marroquí; no estoy aquí porque sea un sitio exótico. La gente se parece a la gente de mi isla; yo soy un extranjero que parece nativo, soy un moro entre los moros, soy anónimo entre la muchedumbre, ya entiendo un poco el dialecto árabe de Marruecos, se llama darija, me defiendo…

Francisco: Por el momento, ¿cuál dirías que es el parecido más dramático entre las dos culturas?

Víctor: Más allá del mestizaje que compartimos… La clase popular me parece, como en la isla, en Puerto Rico, debido al peso de la situación colonial, con una falta de opinión; aquí es por la religión, la gente tiene más uniformidad, no hay tantas observaciones privadas… La gente aquí parece un disco pegado, se repite; bueno, es una cultura acostumbrada a la rutina y no a la improvisación. Sabrás que los musulmanes rezan cinco veces al día…

Es como que nadie se desvía de eso, bueno, hablo de la gente de clase trabajadora; lo mismo sucede en la isla, ya que la clase trabajadora está más ahogada con la religión y la economía… son más estrictos. La clase alta no, muchos ricos aquí salen de vacaciones durante la época de Ramadán para no someterse a las restricciones del mes sagrado.

Aquí y en países del Medio Oriente pasan las telenovelas de América Latina, especialmente las mexicanas… Parece que esto del amor, romance… Tenemos una sicología similar. También hay igual protocolo de los saludos; en Puerto Rico entras a un cafetín (bar) y los hombres se dan la mano en saludo. Se saluda a todos los presentes: maestro, artesano, mendigo. Es muy predominante aquí, ¿seremos todos de Andalucía?

La gente del norte, en regiones de Tetoun, Tánger, muchos hablan el español; a la región norte llega la televisión española y yo cojo las estaciones de España en la banda AM de mi radio. Escucho español todo el día. Y como entre los españoles hay una obsesión con el soccer… le llaman cora aquí. Yo detesto los deportes, especialmente el fútbol, tanto frenesí, me parece a mí que a la bola le dan una patada y se va para el carajo, la coja quien la coja por casualidad… Me explican algunos aficionados al deporte que hay un programa, cierto plan, pero yo no puedo concentrarme… Y tanta violencia… Hace poco mataron a tres jóvenes en un partido de cora en Casablanca.

El nacionalismo, los deportes, las religiones, todas exhiben actitudes de fascismo. Cada vez que logran un gol se revuelcan como si estuvieran experimentando orgasmos… Yo mantengo lo popular, los deportes, lo militar, los dogmas ideológicos, las religiones, a distancia para poder escuchar mis pensamientos. Contemplar…

Francisco: ¿Qué es lo mejor de la cultura marroquí?

Víctor: Que son un pueblo amable y hospitalario; si eres de afuera te acomodan rápido. Como los latinos, las familias se pasan en broncas y bochinches. Una cosa que he observado: las peleas entre los hombres se van todas por la boca. Se desahogan, hay menos violencia. A este nivel, América Latina y Puerto Rico… ni hablar… Sabes, en Puerto Rico te matan por mirar a alguien mal, como pasó con un muchacho en la Fiesta de San Sebastián: tropezó con uno y le entraron a tiros.

Los Estados Unidos son un país inundado con armas de fuego, siempre sale un loco “disparao” disparando. Esas malas costumbres las vemos también por toda la América hispana. Pero los seres humanos son animales violentos… Con el vaquero del norte y las armas abundantes, las consecuencias son más graves. Yo estoy en paz en mi país adoptivo; hay calma, en estos días de Ramadán aún más. Yo aprovecho para escribir y leer.

Francisco: El título de tu próximo libro, que acaba de salir, Beneath the Spanish / Debajo del español, se siente como una piedra de Sísifo que Marruecos tiene que cargar…

Víctor: Bueno, Marruecos está debajo o al sur de la península, debajo del Mediterráneo. Siento a veces el cuchicheo del español del norte y como te dije me entra por la banda AM de mi radio.

Este título se debe también a que el español fue mi primer sonido, de escucharlo y hablarlo, en un Puerto Rico que hoy en día baila como un sueño de niñez, perdido pero brillante en mi memoria. Los sentidos son más agudos cuando uno es joven… Yo cierro los ojos y lo veo, lo oigo también, fragancia de guayaba que me asalta, mezclándose con aromas de tabaco…

De niño me metía al chinchal donde mi abuelo tabaquero trabajaba. Ni el español ni las imágenes puedo borrar. El español parece que es un sonido metido en mis huesos; el español es un jinn [espíritu en la tradición marroquí] que siempre anda conmigo, le hace la guerrilla al inglés, jode la sintaxis del idioma de Shakespeare…

Francisco: Creo que Beneath the Spanish es el tercero de tus poemarios envuelto en el contexto sur-de-España-Marruecos. Tu nueva geografía poética. Poesía que se nutre en parte de lo que Marruecos te ha obligado a conocer de España. De Madrid a Algeciras: ¿cuál es la imagen que capta ese descubrimiento del sur peninsular?

Víctor: La relación con Marruecos en el libro es que fue escrito aquí, en el exilio, pero trata poco con Marruecos. Soy un aficionado a la historia. Vengo de una isla pequeña que, por donde quiera, se ve el mar, el agua… siempre pienso en barcos, en la época de la conquista, el período colonial…

Desde ese punto vuela la imaginación. Mi poesía es personal pero siempre toca el destino colectivo, la mezcla de etnias, el rompecabezas migratorio, el bilingüismo… Los poemas son estudios de fragmentos, de la deformidad, son cuadros cubistas. Nosotros en el Caribe sufrimos de ‘edadmedianismo’ le pondré; los problemas políticos datan de esa época, los Middle Ages nunca se acaban… Aún vivimos en el Viejo San Juan, forrados de arquitecturas neo-clásicas y del barroco…

La mentalidad de la gente es igual, tal vez somos tribu todavía, no hemos avanzado a la Nación/Estado. ¿Pasó la revolución industrial por estos Lares [Puerto Rico]? ¡Qué lentitud en todo! En eso sí somos como los marroquís, una lentitud como miel que cae en una atmósfera sin ley de gravedad… Y aquí, en Marruecos, estoy en un reinado, la Edad Media… Estamos en otra zona del tiempo, pensemos en el choque de la conquista… Unos patriarcas que interrumpieron en una zona matriarcal… Los taínos estaban adorando a la madre diosa… Luego ese calor y la lluvia…

El Caribe es una región acuática, si han leído Cien Años de Soledad… ¿No llovió durante cuatro años y algunos meses? La conciencia en un vaivén, la sangre de la conquista, la esclavitud, el colonialismo… muchos estarán con una mentalidad parecida a un plato de huevos revueltos…

Yo sí… Cuando estuve en Puerto Rico pasé un año en que llovió todos los días. Mejor meternos a sapos o a buruquenas [cangrejos]. Aun así, mira a ver si no se asomó el modernismo en nuestro español americano, antes que irrumpiera [el llamado Modernism] en el inglés del norte.

Las Américas, más campestres; el norte, ya industrializado… Esta época de finales de 1800, con José Martí de Cuba, pasa rápido por América Central: Rubén Darío…

El Modernism del norte surge con las obras de T.S. Eliot, The Waste Land (1922), los primeros poemarios de William Carlos Williams en 1919, la obra de Ezra Pound; una generación y media después de que los experimentaran los latinos de las Américas, más avanzados, con economías más atrasadas…

Francisco: Cuando pienso en tu obra, las referencias culinarias, Red Beans / Habichuelas coloradas (1991), así como las musicales, fundamentan una poética abierta epistemológicamente al conocimiento de todos los sentidos. ¿Qué dice el poeta de la comida marroquí?

Víctor: Añoro la comida de la isla, el sofrito, ese aroma a recao [culantro]. Mira que el sofrito es de origen yoruba, de Nigeria, pero aquí en el norte nunca he visto un plátano verde, ni he encontrado habichuelas coloradas ni frijoles negros. De la comida marroquí lo más interesante es que todo es fresco y de cosecha local, nunca estás lejos de donde creció el vegetal o la fruta que te comes. Los franceses, que estuvieron aquí y se fueron en el 1955, acostumbran a comer ensaladas…

La gente vieja de esa época es más como los puertorriqueños; como nosotros, vivieron un colonialismo. Entre ellos se encuentran altos niveles de analfabetos, especialmente entre las mujeres del campo que nunca las mandaban a la escuela; son estas viejas las que perpetuán el machismo, algo similar pasa en la isla.

Permítanme esta observación: los que más practican el Islam aquí son los viejos.
Y en el norte, en España, las iglesias están llenas de viejas; pues que se junten los viejos de Marruecos con las viejas católicas para que se sequen los dos. Pero aquí también hay muchos jóvenes obsesionados con la religión; es como si quisieran ser como sus abuelos. Marchan hacia atrás y no hacia delante. Ante la falta de poesía, teatro, baile, la religión se convierte en función social; es algo que hacer.

El cuscús es sabroso y alimenta bien, pues le ponen muchos vegetales; le ponen calabaza, que es oriunda de nuestra América. A mí me gusta el que hacen con pasas dulces, también le ponen ciruelas a algunos tajines de cordero o de res.

Aquí hay estaciones con sus platos preferidos; en el invierno hay un vegetal como una hoja verde que le llaman bacula, le echan un poco de harra, que es como el chile mexicano o el pique de Puerto Rico… en el frio, te calienta los huesos.

La repostería es tremenda y diversa; una comilona de pan, comen más pan que un bobo. Hacen el pan baguette francés. Aquí se juntan los gatos de la repostería francesa, ideas bereberes (amazigh), aun lo español con lo árabe… La repostería empieza y no acaba… Buen café, aun en los Cafés populares.

Francisco: ¿Cómo ven los marroquíes a un puertorriqueño diaspórico, poeta que escribe mayormente en inglés, que al cabo de muchas idas y venidas se asienta en su país (Marruecos), establece familia y respeta la religión?

Víctor: Más o menos yo estoy anónimamente aquí, no llamo la atención hacia mí mismo. Sí di una charla e hice una lectura de mi poesía en la Universidad Mohamed V en el departamento de inglés; también leí mi poesía en el Centro Cervantes de Rabat. Pero no tengo proyecto con el ambiente marroquí; no soy un Juan Goytisolo ni un Paul Bowles. Nunca conocí a ninguno de los dos; cuando llegué a Marruecos estaba todavía vivo Paul Bowles en Tánger. Me imagino que podría ir a la Medina vieja y encontrarlo, pero no soy persona fanática; con esos escritores es mejor dialogar a través de sus libros.

Paul Bowles tradujo a muchos cuentistas de la tradición oral, gente que decía cuentos como fue el caso de Mohamed Mrabet, tremendo sonero de cuentos, a lo mejor analfabeto; era también pintor. Hay varios libros de las traducciones de Paul Bowles publicados por Black Sparrow Press de Santa Barbara, California. Son surrealistas y mágicos, fuera de lo normal; gente que desaparece por espejos, árboles que hablan, encuentros con jinns [espíritus], a mí me gustan mucho.

Goytisolo escribió una solicitud a las Naciones Unidas para convertir la Plaza Fna de Marrakech en patrimonio oral de la humanidad; algo muy apreciado por los vecinos de la Medina antigua. Sus escritos están llenos de personajes marroquís.

Claro, Paul Bowles y Juan Goytisolo eran escritores pudientes, Goytisolo de la burguesía de Barcelona; cómodos, vivieron sus vidas como les daba la gana.

Muy buena escritura la de los dos, aunque me gusta más Goytisolo, sus experimentos con la prosa, una prosa/poesía, mezclada…

Yo que soy de la clase trabajadora puertorriqueña he escogido una profesión de los ricos. Como declaró Virginia Woolf en su ensayo ‘A Room Of One’s Own,’ una mujer escritora y por ende un escritor necesita casa y dinero para poder contemplar. En los países latinoamericanos antes escribían los médicos y los abogados, como Manuel Zeno Gandía en Puerto Rico, doctor en medicina que estudio en España y que cuando regresa a la isla escribe La Charca. Algo así como hizo el poeta norteamericano de madre puertorriqueña William Carlos Williams; escribía poesía y prosa y era pediatra.

Mi papá, durante el periodo que regresé a Puerto Rico, me dijo: “Vitin, esto de escribir poesía, eso es un hobby, ahora tienes que buscarte un trabajo, una profesión.”

En esto de escribir hay que tener tiempo libre para estudiar… experimentar. Algo así como lo que dijo el poeta Stanly Konitz: “poets need contemplative time/ los poetas necesitan tiempo contemplativo.” Practicar, escribir, reescribir.

Por eso yo estoy en contra de que el premio Nobel se le diera a Bob Dylan; me gustan sus canciones, era yo joven cuando llegué a Berkeley, California, en el 1968 y encontré sus canciones por todo el aire. Pero escribir poesía y prosa es una dedicación de toda una vida. Es leer y releer, escribir y reescribir, estudiar, coger notas, mantener un diario, comunicarse con otros poetas: balance de lo que vives con lo que lees-estudias. Sentir las palabras con el paso y el pesar del tiempo, crecer; no creo que Bob Dylan llevara una vida así. Claro, las canciones son palabras escritas en papel… El premio Nobel debe ser reservado para escritores de toda la vida; para mí en Dylan hay mucho ‘glitter’ [brillo].

Yo estaba rezando y abogando por que el Nobel 2017 le fuera concedido al poeta Sirio de lengua árabe, Adonis, que hoy en día tiene 87 años y que está exiliado en París. Ya no sé si le alcanzará, pero se lo dieron a Bob Dylan y mira lo que les pasó.

El escritor verdadero es humilde, sabe la dura labor de los años que se pasan para escribir bien; es susceptible a su audiencia y a sus lectores. Nada de eso demostró Dylan, que es un hombre de show biz, un artista reconocido en la historia; eso del dinero… él que anda por los 90 millones que le dieran uno más, qué le importa a él. Para mí fue un error de la academia suiza. Pero a mucha gente le cayó bien.

Yo, en calma y tranquilidad, observo el mundo desde mi exilio; no me meto en políticas locales, me cuido y soy padre de mis hijos. Hombre de familia; para estar en el exilio como yo estoy hay que tener mesura.

Yo ya estoy templado; me enseñaron las calles [de Nueva York], donde se tiene que medir todo, y rápido. En este país musulmán me intereso en saber lo que hacían en las mezquitas; le pedí a mi cuñado Said que me enseñara el proceso de rezar y me fui a la mezquita con él. Pasé unos seis meses sintiendo cómo es un musulmán. Cuando todavía vivía mi padre fui a la iglesia con él en Puerto Rico, él era Bautista. La siguiente semana de regreso a Marruecos estaba en el servicio del viernes en una mezquita…

Yo soy así, adquiero identidades, puedo incorporar; estoy templado, no soy activista como están reclamando ahora muchos poetas, cuido de mis responsabilidades, padre, esposo, escribo de mi cultura y mi isla y mi Nueva York desde la distancia, forrado de otros idiomas, otros espacios.

Soy mestizo y mi naturaleza es incorporar, mezclarlo todo, cristianos y moros, arroz con habichuelas juntos. Mi cultura mestiza… Crecer, reunir, soy un cuadro cubista a lo Juan Gris, a lo Pablo Picasso. Entren que caben todos.

Francisco: Como poeta dionisíaco que has sido —para muestra, un botón: Snaps (1969), el poemario más melómano de la época épica de la poesía nuyorican (1968-76)—, ¿qué te parece la “música marroquí”?

Víctor: A mí me gusta toda clase de música, desde la clásica hasta el jazz y claro la música de clave cubana, el son montuno; hoy la denominan como salsa pero no me gusta la salsa comercial. Me gusta la buena tradición e improvisación de Eddie Palmieri; yo le escribí un poema a Eddie en mi juventud, escuchando su álbum Azúcar Pa’ Ti, del 1965. Ya yo notaba su importancia; yo estaba en las calles de Manhattan con una radio portátil que compré para disfrutar del programa de Symphony Sid, que era de las 11 de la noche hasta las tres de la mañana.

En ese programa Sid mezclaba todavía el jazz con la música latina; podías escuchar a John Coltrane, My Favorite Things, y después a Johnny Pacheco o Tito Puente, la Lupe y después a Nina Simone. Con esa combinación de jazz y música latina crecí, también con el rhythm and blues afroamericano, y en mi casa con los boleros de mi mamá, Los Panchos, Johnny Albino y su Trió San Juan. Los boleros eran como los blues, les llamaban también “tragedia.”

Yo he cargado mis discos cubanos y boricuas con la clave a todas las geografías donde he vivido; aquí también en Marruecos los oigo.

Hay mucha música del mundo árabe aquí; del Líbano salen un montón de pop singers. Aprecio a la gran cantante egipcia Oum Kalthum; ella hace canción de la poesía clásica árabe, casi con una orquestación de música clásica, pero con ritmo rico, impulso de mucho sabor. Los cantos de ella tienen siempre una introducción larga, como si la música marchara hacia el principio de las hermosas palabras. También está Fairuz, del Líbano.

Son mundos nuevos para mí; cuando murió la cantante Oum Kalthoum, al entierro en Cairo asistieron 4 millones de ciudadanos, ¡imagínate cuánto la veneraban! La estación 2sM toca mucha música pop de América y Europa, que si Justin Bieber, Shakira, rap, mucha es porquería.
Me fascina mucho la música Gnawa, ritmos de negros sub-saharianos que llegaron a Marruecos como esclavos de diferentes Califas a principios del siglo 20. Hay que tener en mente que los árabes también utilizaron negros africanos en una larga esclavitud en el tiempo y extensa en territorio.
La música Gnawa es como la salsa de Marruecos; la he escuchado en la plaza Fna de Marrakech, también en conciertos en el Festival Mawazine, un festival que en el pasado trajearon a Celia Cruz, Óscar de León y una vez a Eddie Palmieri. Recuerdo que lo saludé [a Palmieri]. Le presenté a mi esposa y a mi hijo, claro, le expliqué todo el rollo de cómo llegué yo a Marruecos.
Tengan en cuenta que Gnawa es también un sistema espiritual de ceremonias y posesión. Está en el Islam como está la santería en el Caribe cristiano.
Yo he ido a varias ceremonias de Gnawa y como me crié con la santería me sentí en casa con los procesos. Ellos llaman a los jinns [espíritus]; en la santería [los espíritus] bajan a los orishas. En la música Gnawa utilizan un bajo-guitarra que le llaman Gimbre; está hecho de cuero de camello y tiene un rico sonido. Es el bajo de la música, creo, con solo tres cuerdas. Una cosa que me molesta de este Marruecos es que no tienen una estación de jazz ni tampoco de música clásica, pero para eso está You Tube y mis propios CD.

Francisco: ¿Cómo te bandeas con el árabe? ¿Cuánto entiendes?

Víctor: Hablo más de lo que entiendo, sé muchas palabras. Practico con mis hijos y la familia de Amina; un idioma es escuchar y hablar, le dicen darija al dialecto local árabe. Tiene palabras españolas y francesas, algunas palabras amazigh (berebere). No sé si han hecho estudios para ver si hay palabras bereberes en el español de la península. Será interesante saber si sí o si no y por qué. La mayoría de la población que subió después de la invasión islámica, que claro fue desde Marruecos, era berebere con un liderato de árabes de Siria y otros puntos del Medio Oriente.

La gente culta sabe el país de origen de quien les habla árabe en su presencia, como los latinos reconocemos dialectos de diferentes países, un mexicano o un argentino; los caribeños también, si es boricua, dominicano… Los árabes pueden hacer esto cuando escuchan el habla árabe; y como en el Caribe, cuando un blanco que llama a su mujer blanca diciéndole negrita, aquí también se dice lo mismo… no como un color sino como algo cariñoso.

Francisco: ¿Qué sombras sobre tu identidad cultural, puntos ciegos que no se ven, han salido a relucir como consecuencia de vivir en Marruecos?

Víctor: Pues mira el Caribe, Santo Domingo y Puerto Rico… Santo Domingo primero, La Hispaniola, fueron los primeros contactos de los europeos en el Nuevo Mundo… Estoy seguro que en esos primeros barcos se colaron bastantes moriscos. Estaba el fenómeno de los piratas de la costa berberisca, que salían de Salé, ciudad en la cual vivimos. Estos piratas acostumbraban robar barcos por todo el Mediterráneo. Su premio favorito eran las mujeres rubias blancas. Las cogían para concubinas, por eso la cantidad de blancos en esta población mora… eran hombres que sabían ya de barcos y de manejar en el alto mar.

En Salé hay unas ruinas como de fortaleza, similares a las que hay en el viejo San Juan. Fueron hechas por los portugueses, que también pasaron por aquí. Los nombres del Caribe, que son los nombres de Andalucía, están por dondequiera aquí también. Mi hijo tenía una maestra de nombre Sonia, hay Nereidas, Sorayas, Soraidas, Inés, Miriams, que también son Marías. Pues mira qué cosa; las caras del Caribe se repiten aquí. Me parece que todo se me derrite y se vuelve a formar; ¿en qué geografía, en qué época estoy?

II

Francisco: Si el poeta que creció en la Ciudad de Nueva York transformaba la vida de la calle en poesía; y el que vivió en California alucinaba con la nueva geografía y la presencia de la cultura mexicana, ¿cuál es el punto poético de Marruecos?

Víctor: Es la historia… Andalucía sigue por Tánger, Tetoun… Por estas zonas se habla bastante español entre el pueblo. Claro, hay dos ciudades españolas en territorio Marroquí norafricano; Ceuta, vecina de Tetoun, y Melilla, cerca de Nador, tierra del hachís. Esos municipios están llenos de católicos españoles de Andalucía y Cataluña, de judíos sefarditas, de bereberes marroquís locales. Los moros en estas zonas tienen su pasaporte de la Unión Europea; son ciudadanos de la España europea que viven en África y están en Europa. Mira qué fenómeno…

Las veces que he visitado Ceuta me siento trasladado a la época morisca de Al-Ándalus con las iglesias cerca de las mezquitas. Paso una sinagoga, las calles, los Cafés, la gente hablando árabe y español; los euroespañoles saben el dialecto darija, y los árabes-bereberes el español. Me imagino que así fue Andalucía en aquella época. La comida mediterránea, árabe, berebere…

Mi escribir es pensar, imaginar historia, pues estoy en constante descubrimientos. ¿Es el Caribe una extensión de la cultura nazarí de Granada mezclada con la costa oeste de África?

La poesía siempre es una pregunta que ha dicho el poeta árabe Adonis; preguntas que yo contesto con la imaginación. Los datos son para los historiadores; la historia es una serie de mentiras acordadas, y tal vez mucha de la historia es especulación, pues quién estuvo presente. Los que escriben del antiguo Egipcio tiene que hacerlo desde la intuición creativa. Los huesos nos siguen echando para atrás.

Mira a ver si en estos días no han encontrado unos huesos homo sapien en Marruecos, más viejos que los de Etiopía. Serán por fin evidencia del origen africano de los amazigh-bereberes. Yo pienso que son nativos de África pero los historiadores los han puesto en todas las geografías del mundo, que si en Asia, en el Medio Oriente… Pregunto: la antigua África denominaba a casi todo como Etiopia y esa Etiopía, ¿no seguía por el Medio Oriente? ¿El mundo no fue poblado desde África? Y los iberos, ¿quiénes eran?

Francisco: ¿Podrías comentar la cita de la intelectual marroquí, Fátima Mernissi, que transcribo en el epígrafe: “escribir es una antigua manera de rezar”?

Víctor: Ella era una socióloga y feminista marroquí. Estudió en Norteamérica, me imagino que manejaba bien el inglés, pero ella como muchos escritores aquí escribió en francés, como es el caso de Tahar Ben Jelloun, el más conocido novelista marroquí que vivió muchos años en París.

Fátima murió durante la época que yo trabajaba en el texto de Beneath the Spanish. Yo había leído esas palabras de ella, “writing is an ancient form of prayer / escribir es una antigua manera de rezar”; creo que la poeta norteamericana Denise Levertov dijo algo similar, no sé si la frase viene de uno de los filósofos griegos o alemanes, pero yo la encontré en un libro de Fátima Mernissi, y la usé en honor a su proyecto y a su vida. Que descanse en paz. Su libro Beyond The Veil Male-Female Dynamics in Modern Muslim Society fue prohibido en Marruecos y varios otros países musulmanes. Ser feminista en una sociedad patriarcal islámica no es tarea fácil. Sus estudios son muy necesarios en esta época.

Francisco: ¿Crees que haber leído a Federico García Lorca, admirador de al-Ándalus, te preparó para sentirte como te sientes en Marruecos?

Víctor: Claro, desde mi juventud leo a Lorca y como él tengo un proyecto de escribir mi cultura desde todo su mestizaje, sus mezclas taínas, españolas y africanas. Nosotros no fuimos descubiertos por España ya que en esa época no había España como nación-estado; fuimos descubiertos por dos reinados, Aragón y Castilla, lideratos por dos primos que culeaban juntos. Esto del incesto es algo que nos persigue. En la sociedad musulmana se casan primos aun, imagínate lo rampante que era esto en la época medieval. En Puerto Rico se ve bastante y en los barrios de mi crianza nuevayorquina; siempre vi casos de primos casados o enamorados: los primos se exprimen, se estrujan.

Esto es uno de los temas de Cien Años de Soledad. Siempre está en el trasfondo el miedo de que salgan hijos con cola, también está el tema de la eterna guerra y la lluvia, la lluvia y la lluvia; el Caribe es la eterna fertilidad acuática. No hay tregua. Constante crecimiento; he visto flores y hojas salir hasta de la brea [alquitrán].

Lorca siempre me acompaña. Escribo sobre él en el libro. No estoy de acuerdo con Jorge Luis Borges, que lo llamó poeta pintoresco, “los gitanos son pintorescos e inspiran a los malos poetas,” algo así dijo en su cuento “El Fénix.”

A mí me fascina Poeta en Nueva York, donde se suelta en un verso libre de tremendo sentimiento, en poemas como “Iglesia Abandonada,” “Tu Infancia En Mentón,” “El Rey de Harlem.”

Poesía escrita al final de los años 20 y principios de los 30. Todavía está tan corriente, es tan contemporánea, y utilizable; funciona porque la poesía se debe usar, para entenderse a uno mismo, lo que uno vive, lo que observas, lo que desde un poema te ilumina. Le doy gracias a la creación infinita que pude conocer a la familia Lorca, a Manolo Montesinos, a Laura Lorca; fui a la antigua casa de su crianza en Fuente Vaqueros, Granada. Vi su piano: Lorca era un músico que se puso a escribir.

Francisco: ¿Nos haces una síntesis de lo mejor del Ramadán para ti, que no lo haces por religión?

Víctor: Mira, esto del ayuno era cosa de los monjes, de los maestros sufíes. El Islam le ha impuesto una cosa esotérica al pueblo. Yo sí aprovecho; escribo, leo. La gente lo hace pero también se nota la imposición; muchos lo hacen por obedecer. Se ve la gente irritada; se ven muchas peleas, especialmente en las calles. Hay problemas en la carretera; pero como te he dicho, con los moros se va todo por la boca. ¡Mira si le imponen un ayuno de Ramadán al pueblo de Puerto Rico! Se mata un porcentaje de la población. No es solo no comer, tampoco los que fuman pueden hacerlo, las relaciones sexuales… ni entre los casados; mirar nalgas, placeres eróticos… nada, piropos a las mujeres… nada, guapas hembras que no se pintan los labios, y poco a poco sus culos y nalgas van desapareciendo… una mala cosa esto del Ramadán.

Pero si lo llevas bien tiene muchos beneficios. Le das un descanso al buche; yo siempre pierdo peso. Cuando uno come el stoll, así le dicen al breakfast/desayuno, la comida sabe tan rica. Claro, una vez cae el sol, a comer se ha dicho, y a la fresquería [concupiscencia]. Es tiempo de reunión familiar, de pensar, de analizar, de espiritualizarte, de controlar los apetitos corporales; a mí me gusta esta práctica de monje. Del sufismo al pueblo: es lo mejor del Islam.

Francisco: ¿Qué dicen los marroquíes frente a la islamofobia que Donald Trump vocifera, sin ser el único, desde Estados Unidos?

Víctor: En la elección de Donald Trump se nota que el pueblo euroamericano es un pueblo sin cultura. Los anglosajones vinieron de los escombros de Europa; en las emigraciones, la clase que se mueve, que se activa a salir, es la de los de abajo. Los pilgrims/peregrinos era gente que no estaba cerca de las culturas clásicas.

Hoy en día esa gente tiene el poder y con tanto dinero, mantiene mentalidades provincianas; no piensan, si no fuera por los afroamericanos, que le dieron su música, cierto pique en su lenguaje… Ernest Hemingway dijo de la novela Huckleberry Finn de Mark Twain, que toda la literatura moderna americana surgía de ella. Si ese es el caso, consideremos esto: esa novela de Mark Twain está básicamente escrita en Black English, el habla de los afroamericanos del sur del país.

Los euroamericanos no acostumbran a mucha cultura, por eso Trump quiere construir un muro para taparse de la cultura de México, que es inmensa. Los mayas, los aztecas, el origen del tomate, del chocolate, los olmecas; el planeta entero disfruta de estos avances culinarios. Qué sería de Italia sin la salsa de tomate.

Yo vengo de una cultura más clásica que la euroamericana; me crié con una botella de aceite de oliva siempre en la mesa de la cocina, bebíamos buen café colado fuerte. Cuando era niño mi madre me daba un vaso con más leche que café. Allá están en el norte de América con aquella mogolla de racistas locos. Y qué quiere ese ricachón batiéndose en la política, pues dinero y poder; qué más quiere: ¡está en peligro el tesoro de los Estados Unidos!

Francisco: ¿Sigues la relación tirante de Marruecos con el pueblo saharaui?

Víctor: No me meto en política local. Todo el mundo quiere comer; me gusta que haya paz y tranquilidad y que Marruecos no sea como otras regiones del Islam, metidas en guerras y violencia anónima. El Islam con influencia francesa y española; una agricultura que cubra a todo el que vive en el país. Un melocotón me lo comí aquí por primera vez, los que llegan a Nueva York o la isla Puerto Rico sufren el shock de estar en las neveras del viaje y se las va todo el sabor. El Reinado ha invertido mucho dinero en la región saharaui; espero que todo este conflicto se piense bien y que salgan todas las partes en buena salud, paz y armonía.

Francisco: ¿Qué otros sitios de Marruecos has conocido?

Víctor: Vamos mucho a Marrakech como familia. El tráfico es difícil de soportar… una de motoras y carretas de caballos, bicicletas y la gente que se derrama por toda la calle. Los moros se tiran por la ruta de los automóviles; no sé cuáles son las cifras de accidentes al año, me imagino que abundan. Oigo de muchos muertos en accidentes de automóviles.

Moroccans don’t drive they scatter / los marroquí no manejan, se desparraman.

También nos gusta Tetoun por ser como una extensión de Andalucía. Se escucha mucho el español. Fueron los moros y judíos que botaron de España los que se establecieron en Tetoun. En Marruecos hay mucha población judía en todas las ciudades; hay algunos judíos en el Parlamento y consejeros del Rey Mohammed VI. Aquí también hay muchas iglesias cristianas; no he sentido yo conflicto entre las religiones.

Las actitudes negativas hacia la mujer se nota que van cambiando con la nueva generación; hay varones de familia que han firmado papeles legales para que la herencia de familia sea de partes iguales entre hembras y varones, y no que le toque la parte mínima a la mujer, que es el caso en muchas sociedades islámicas. Es un inmenso país; nos cogió tres días conducir para llegar al pueblo de Guelmim en el sur, la puerta del Sahara, y todavía queda más terreno por el sur hasta llegar a la frontera de Mauritania. Hemos ido a poblados berebere a tomar té y meter pan en aceite de oliva. Los bereberes son de tez clara, a veces se ven bellas mujeres de ojos achinados, y también hay muchos negros entre ellos. Son una tribu nativa del África.

Francisco: Muevo un poco el foco; cambio las palabras: ¿qué te ha sorprendido más de vivir al norte de África?

Víctor: No tengo acceso a librerías de libros en español o inglés, que con son mis lenguas de lectura y escritura. A veces voy a una librería en Ceuta para recoger libros en lengua española; en Rabat había un anciano con una librería de libros usados en inglés pero me la han cerrado.

Con esto del internet uno puede estar en comunicación con el mundo entero, también hablo con mis hijos de California varias veces al mes vía Skype; es difícil pero uno se ajusta, lo más importante es la voz de la escritura y el acceso a la memoria. Mi educación fueron las calles de los barrios boricuas de Nueva York y las montañas de Puerto Rico; ya yo tengo mis valores, lo que descubro nuevo lo incluyo en mi filosofía. Soy macho cimarrón escapado de una cárcel colonial con el brillo y las posibilidades de su cultura, para bien y para mal.

Francisco: En esta etapa de tu vida, después de 48 años ininterrumpidos de quehacer poético -de ser poeta y vivir como poeta-, ¿qué significa la poesía?

Víctor: Es una labor de toda la vida, es proceso, no veo el fin, nunca alcanzo un espacio y digo aquí es, esto es; llego a ese punto y luego veo más camino. Los poemas yo no los acabo; yo simplemente los dejo. Los poemas todos están relacionados, son continuación un poema del otro, son infinitos, como la clave 3-2 del son montuno.

Dudo de todo; la duda es un factor del acto creativo, alimenta la improvisación. Somos todos de adentro hacia fuera. La semilla primero. Llegamos al mundo con un plan, un drama personal que se desarrolla durante toda la vida. Anaïs Nin dijo que escribir es vivir la vida doble, tener la experiencia y luego documentarla, para vivirla otra vez.

La madurez me ha dado más calma; por fin mi voz en prosa se acomoda. He escrito mucha prosa, dos novelas, un libro de cuentos y escritos como ensayos, todos aun inéditos. En los últimos diez años escribo todos los días hacia dónde voy; yo ni sé. El lenguaje sabe más que uno, es más viejo que uno. Hay que tener fe en la lengua que uno usa. Recuerdo que Allen Ginsberg siempre decía “first thought best thought” / el primer pensamiento el mejor pensamiento.

Yo argumentaba con él cuando estuvimos en Naropa, pues mis primeros pensamientos son solamente la entrada al poema; yo usualmente borro las primeras líneas de mis escritos, me gusta más cuando uno pierde cierta conciencia de estar escribiendo, y el idioma se apodera de uno. Es ahí que se encuentra la improvisación, las sorpresas, la brujería, la magia. La escritura es un Dios que se puede usar. Una divinidad accesible.

Francisco: ¿Le escribirías un haikú a Óscar López Rivera?

Víctor: No, no creo que directamente. Nunca me meto directamente en la política; un poeta popular persigue al pueblo, escribe sentimientos ya presentes en la muchedumbre, temas ya cansados, encontrados en el aire colectivo. Muchos de los poetas nuyorican son poetas populares, persiguen la opinión del pueblo. Se hacen su voz alta; es el caso de Pedro Pietri, que fue el poeta oficial de los Young Lords, el movimiento de la juventud boricua de Nueva York en los años 60.

En esa época ya yo estaba en la distancia de California, escribiendo mi poesía, observando todo de lejos. Nunca he podido activarme en grupos políticos, demando mi libertad, escribir la soledad, practico mi duda; duda y preguntas son los centros de la poesía. Dialogo con ideas; escribo con y en contra de otros poetas y poesías, con los presentes y con los de pasadas generaciones, con la filosofía; no soy nacionalista, si algo soy es internacionalista. Pienso que tenemos heridas de la Edad Media sin curar todavía.

Poco a poco el pueblo tiene que sanarse. Los puertorriqueños tenemos una elite intelectual bastante de avanzada, gente como Hostos, Betances, Albizu Campos, próceres de mucha intelectualidad. De la época reciente, conozco a los presos políticos ya liberados Dylcia Pagán y Elizam Escobar; los conozco desde antes de su encarcelamiento.

Pensé mucho en ellos, cuando salieron volvimos a ser amigos, a dialogar, a compartir. Elizam es un genuino pintor-artista; ni las dos décadas detrás del hierro de la cárcel le pudieron borrar su espíritu creativo: a malos tiempos, buena cara. He compartido y me he abrazado y reído con los dos. Elizam anda mal de salud; espero que tenga mucha vida. Estamos en esta naturaleza de reciclaje: que la creación lo tenga a bien.

No escribiré nada en directo sobre López Rivera; yo me ocupo de la cultura, de su salud, de sus detalles y textura. Tenemos un liderato tremendo pero al pueblo le hace falta aire; hay que llevarlos con la cultura al oxígeno. Al sol, para disfrutar los lindos colores.

Francisco: ¿Qué dimensión de la cultura marroquí aguanta una crítica seria?

Víctor: Aquí hay varias clases económicas; lo popular está bien apretado, no hay trabajo, no hay fondos, ni muchos programas sociales. No hay Sección 8 [subsidios del Gobierno Federal] ni cupones de alimentos. No hay ayuda para muchas familias. La juventud se ajusta al espacio vacío de la falta de actividad. Conozco a hombres de 40 a 50 años de edad que todavía están en las casas de sus familias. No hay mucha gente independiente de sus familias; es como una niñez ilimitada.

Las mujeres son bellísimas pero con poca expresión sensual; son mas frías, claro, no todas, no generalizo. Falta la individualidad. Hay una artesanía fenomenal, hacen alfombras, platos, sortijas, de todo; la artesanía marroquí como la repostería empieza y no acaba.

Yo tengo mis libros y mi música, y mis hijos que me ocupan. Escribir es soledad privada, pero cuando escribo se llena mi espacio de mi gente, de mi cultura; a veces enciendo una vela blanca para escribir y el estudio se llena de ancestros, de mis ritmos, las geografías se unen, se derriten, las vuelvo a formar, todo cambia, todo es igual.

Francisco: Desde Marruecos, ¿qué piensas sobre el Nuevo Puerto Rico? Esa colonia en bancarrota, sometida al mandato de la llamada Junta de Control Fiscal, versión colonial de los regímenes neoliberales de austeridad…

Víctor: Puerto Rico es un “crime scene / escena de crímenes.” Hay que forrar la isla con ese tape [cinta) amarillo que usa la policía cuando hace investigación. Sabrán que cuando los norteamericanos cambiaron la moneda española de la época, en 1899, nos robaron en el intercambio algo como 60% del valor del peso español que en aquella época estaba casi igual al dólar americano. ¿Se podrá reclamar esta cantidad con intereses en alguna corte mundial, en las Naciones Unidas? La cifra del interés estará en los billones, y los efectos sicológicos por la ocupación colonial, más… Ya no hay cosmética para tapar, esconder la cara de la situación.

Francisco: ¿Mantienes contacto con tu entorno poético, que es el de la literatura de los USA Latinos?

Víctor: No. Pero sí mantengo comunicación con escritores de Puerto Rico.

Francisco: Entre la cultura islámica en la que vives y la cristiana-católica-protestante en la que te criaste… Jesucristo y Alá…

Víctor: Jesucristo es uno de los profetas en el Corán, le llaman Isa. Moisés era egipcio. El cristianismo tiene muchos conceptos de los egipcios; la Biblia es una historia de África. Las tres religiones, la judía del Torá, la cristiana del Viejo Testamento (más o menos el Torá) y el Islam -el milagro del lenguaje- son religiones semitas con préstamos de las antiguas culturas y elementos paganos de África y el Medio Oriente. Los que son más firmes a la doctrina original de Dios, al libro, son los musulmanes.

Pero lo que más hay que entender es que esta vida, este mundo es una cosa ridícula. Será verdad que estamos dando vueltas; yo opto por un dios en sueño o un sueño en Dios. La mejor descripción me la da el sufí español Ibn Arabí oriundo de Murcia: “Sepan que nosotros somos imaginación, y todo lo que percibes fuera de nuestro propio ser es imaginación, toda la existencia es imaginación dentro de la imaginación… subjetivo, microcósmico, o colectivo, macrocósmico, imaginación…”

Oh say ah: Dios es imaginación.

Francisco: Fumando poesía con Víctor Hernández Cruz…

Víctor: Safe [seguro], me cansé; voy a la piscina a nadar, luego el sol tendrá que bajar para poder comer… romper ayunas; voy a desayunar a las 7:40 de la tarde-noche. Todo está patas arriba… Francisco, me encantó pasar estos días con tu diálogo.

Francisco: Ha sido un placer…

Epílogo. Comparto con el lector mi traducción de uno de mis poemas favoritos de Snaps (1969):

Snaps  – Chasquido

monday night – lunes de noche
the – los
winters ´inviernos
grow colder – más fríos la noche
colder that this – más frío que este frío

just the projects – solo los edificios
on fridays – los viernes
so good – tan bueno
sometimes the moon – algunas veces la luna
so clear – tan clara
head to the river – me voy para el río
soft noise ´susurro suave
of moving water – de agua en movimiento
a ship passing – un barco que pasa
tugboats – remolcadores
so near – tan cerca
the bright lights – las brillantes luces
talking to us – hablándonos
in red and blue – en rojo y azul

Más artículos del autor
* Francisco Cabanillas (1959, Puerto Rico) enseña lengua española, cultura y literatura hispanoamericana en Bowling Green State University, Ohio. Ha publicado cuatro libros de ensayo: Escrito sobre Severo (1995), Pedreira nunca hizo esto (2007), K-lores del trópico: ensayos transboricuas (2012) y Ensayos silenistas (2014). Miembro de LoQueSomos

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