Reunión casi clandestina

Reunión casi clandestina

Chito.* LQSomos. Noviembre 2017

Era casi de noche… era Noviembre… estábamos en Madrid… y llovía…

Llegaba demasiado pronto así que me refugié en un bar cercano, uno de esos bares tan nuestros, tan destartalados, cutres las más de las veces, pero que servían de hogar a los que nos pasábamos el día en la calle, de cita en cita, de reunión en reunión…

Sentado en la mesa de mármol, con un vaso de café calentándome las manos, vi pasar al camarada Luis R… Nos miramos y una leve inclinación de cabeza bastó para saludarnos y saber que él ya iba para allá. Pagué y seguí sus pasos. La taberna donde se iba a desarrollar la reunión, tenía el cierre medio echado… medio subido… pero tras la barra había luz.

Una vez dentro las sonrisas y los abrazos… qué bueno veros… qué bueno que sigamos aquí… Putxi… Manolo… Pablo… Nieves… Bernardo… Pegasín… Victoriano… Julio… Marga… Luis… Mariano… el dueño del local (lo siento camarada, no sé tu nombre)… y un par de caras más… también sonrientes… también canosos… a los que yo no conocía.

Durante la hora siguiente Pablo M presentó a Julio G y éste su libro. Un resumen de años de lucha… de juventud pérdida… de miedos… y al final surgieron los interrogantes… ¿Mereció la pena? ¿Lo que hicimos influyó en algo? ¿En aquellas circunstancias lo volveríamos a hacer?… Así pasamos aquella hora… recordando… preguntándonos… apoyándonos… Y el dueño del local perdiendo clientes que intentaban cenar en aquel pequeño y acogedor comedor, decorado con desvaídos carteles de antiguos combates, ocupado ahora por viejos camaradas que en su juventud soñaron con transformar el mundo.

Y nos reímos de las desdichas, de la difícil supervivencia en la clandestinidad, de la incertidumbre cotidiana, de los acogedores escaparates de muebles que nos recordaban el hogar perdido, de la búsqueda de un plato caliente, del sufrimiento de nuestras familias, de la camarada que tuvo el valor de escaparse de la cárcel de mujeres de Yeserías… Y Victoriano se rió a gusto de las páginas de internet donde todavía hoy le dan por muerto, donde se afirma que no sobrevivió a los tiros que le pegaron en el 72… Y así…despacito… y de uno en uno o de dos en dos, nos fuimos dispersando por aquellas calles sombrías… húmedas… propias del noviembre madrileño… encorvados… cabizbajos… sin ningún reconocimiento, todavía ignorados, todavía denostados. Pero poco a poco van saliendo libros como el de Julio, como el de Putxi, como el de Gualino, como el de Muniesa, como el de Moreno, que van contando la otra historia… historias que sorprenden por el arrojo y la valentía de sus protagonistas… nosotros mismos.

* El pasado martes 28 de noviembre tuvo lugar la presentación del libro “Relato de un miembro del FRAP”, de Julio Gomariz, antiguo militante de esa organización. La presentación tuvo lugar en la Taberna El Alambique, en la calle Fúcar. Uno de los asistentes al acto, “Chito” (nombre de guerra del FRAP) recordando su etapa de lucha en la clandestinidad, hizo un excelente paralelismo entre aquella lucha contra el franquismo y este reivindicativo acto para recuperar y potenciar nuestra memoria, con la aparición de un nuevo libro.

LQSomos

3 thoughts on “Reunión casi clandestina

  1. Una reunion casi clandestina.
    Asisto a una reunión y piden que entregue el movil, los meten todos en una mochila y se lo llevan a otra sala.
    Es 2019. Claro, ¿como no retrotraerse a 1977?, por no pasar al lado oscuro.
    Tal vez el recuerdo sirva para recordar que el tiempo no existe, que todo sucede en el presente y este siempre está.
    Ya argumentaba el gran León Felipe que aún no se había escrito la ultima sentencia, la ultima sentencia del hombre. Y andamos repitiendo como un tio vivo las mismas vueltas.

  2. Droga: sustancia que produce placer momentáneo y calma el dolor; si se abusa de ella crea adicción, nubla la mente y adormece la voluntad, también llamada nostalgia. Los expertos recomiendan mirar en el espejo del pasado brevemente y solo cada veinticinco años. Recordar con orgullo, lo jóvenes que éramos, cuáles eran nuestros sueños, en que utopía creíamos… y si podemos mirar sin avergonzarnos la imagen que nos devuelve el espejo de lo que ahora somos y de en qué nos hemos convertido, entonces es que la vida no nos ha derrotado.
    Noviembre en Madrid, Madrid y noviembre dos palabras que van siempre unidas en el imaginario de la resistencia. Llueve, por fin, la naturaleza se renueva y nosotros, los de entonces, seguimos caminando.

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